lunes, 30 de abril de 2012

Guía Práctica De Ecocardiografía + Acceso Online 2ª Ed




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Guía Práctica De Ecocardiografía + Acceso Online 2ª Ed.

Edición:
Autores: C. Otto
Editorial: Elsevier España
ISBN: 9788480869140
Formato: Rústica/Paperback
Nº volumenes: 1 Páginas: 426
Año publicación: 2012
Disponibilidad: Inmediata
Precio: 86,49 € (89,95€ iva incluído)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Descripción

■El objetivo de esta obra es proporcionar un manual didáctico de aplicación práctica para técnicos, enfermeras, médicos no cardiólogos o cardiólogos no dedicados a la ecocardiografía. Explica cómo realizar ecografías, evitar errores, realizar cálculos, y comprender los fundamentos de la ecocardiografía para todos los tipos de enfermedad cardíaca.
■Complementa la obra del mismo autor "Ecocardiografía", proporcionando una revisión de los principios básicos, detalles adicionales de la adquisición e interpretación de datos, y un enfoque paso a paso para la evaluación del paciente para cada diagnóstico.
■Además de una gran riqueza iconográfica, incluye preguntas de autoevaluación al final de cada capítulo, que ayudan al lector a consolidar la información e identificar las áreas que necesita reforzar. Junto con la respuesta correcta a cada pregunta, se proporciona una breve explicación de la respuesta correcta.
■Todas las imágenes del libro y las preguntas de autoevaluación están además disponibles en www.elsevier.es/otto_guiaecocardiografia.es.

Capítulos

• Introducción
• Agradecimientos
• Glosario
• Principales ecuaciones
• Principios de la adquisición de imágenes ecocardiográficas y el análisis de Doppler
• La ecocardiografía transtorácica
• La ecocardiografía transesofágica
• Modalidades ecocardiográficas avanzadas
• Indicaciones clínicas para la ecocardiografía
• Función sistólica ventricular izquierda y derecha
• Llenado y función diastólica ventricular
• Cardiopatía isquémica
• Miocardiopatías, cardiopatía hipertensiva y cardiopatía pulmonar
• Enfermedades del pericardio
• Estenosis valvular
• Insuficiencia valvular
• Prótesis valvulares
• Endocarditis
• Masas cardíacas y estudio de fuente cardíaca de émbolos
• Evaluación ecocardiográfica de los grandes vasos
• El adulto con cardiopatía congénita
• Ecocardiografía transesofágica intraoperatoria
• Índice alfabético
 
 
 

domingo, 29 de abril de 2012

Mejora de la calidad de la asistencia en el infarto agudo de miocardio: es necesario prestar mayor atención al tratamiento médico óptimo a largo plazo y a la prevención secundaria




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La reperfusión rápida, junto con la aspiración del trombo e implantación de stents coronarios, acompañada de un tratamiento adyuvante antiagregante plaquetario y antitrombótico potente, ha modificado drásticamente la evolución clínica del infarto agudo de miocardio con elevación del ST (IAMCEST). Desde que a comienzos de los años setenta1 se describiera el concepto de limitar el tamaño del infarto de miocardio mediante reperfusión miocárdica inmediata, la mortalidad intrahospitalaria del IAMCEST se ha reducido de un 30% a números de una sola cifra en los últimos ensayos clínicos de la reperfusión2.
Aunque la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares se ha reducido a la mitad en los últimos 50 años3, sigue siendo la principal causa de muerte en los países desarrollados4, 5. Además, durante las próximas décadas, las autoridades sanitarias tendrán que enfrentarse a un reto enorme, con el aumento progresivo y sustancial de la prevalencia y los costes de la enfermedad cardiovascular como consecuencia del envejecimiento de la población6.
Mediante el empleo de una base de datos administrativa sobre altas hospitalarias, Andrés et al7, en su artículo publicado en Revista Española de Cardiología , analizan los resultados a largo plazo obtenidos en el infarto agudo de miocardio en Aragón entre 2000 y 2007. Su análisis pone de manifiesto que los reingresos por infarto agudo de miocardio recurrente son muy frecuentes: se registró un reingreso debido a un nuevo infarto agudo de miocardio en el 44,2% de los pacientes de 45 a 65 años durante el primer año y en el 73,9% a los 3 años del alta hospitalaria. Esta alta tasa de recurrencia concuerda con las observaciones realizadas en otros registros8, 9, 10: el tratamiento moderno de los síndromes coronarios agudos ha producido una notable mejora de los resultados clínicos intrahospitalarios, pero la carga de morbimortalidad durante el seguimiento inmediato y tardío es casi 3 o 4 veces superior al existente durante la hospitalización inicial. Además, el riesgo de eventos cardiovasculares recurrentes y de mortalidad durante el seguimiento a largo plazo es mayor en los pacientes con síndromes coronarios agudos sin elevación del ST en comparación con los pacientes con IAMCEST, cosa que no se había identificado hasta hace poco. Así pues, si queremos mejorar la calidad de la asistencia de los síndromes coronarios agudos, deberemos centrarnos más en la prevención de los eventos cardiovasculares recurrentes y de la mortalidad durante el seguimiento inicial y a largo plazo.
¿Cómo podemos hacerlo? En primer lugar realizando una revascularización coronaria más completa en los pacientes con IAMCEST que presentan una enfermedad coronaria en múltiples vasos. En comparación con la angioplastia realizada solamente en el vaso «culpable», la revascularización de múltiples vasos en los pacientes con IAMCEST se asoció a una reducción notable de los eventos adversos cardiacos mayores durante el seguimiento a largo plazo11. En las lesiones «no culpables», si se demuestra que son significativas mediante la determinación de la reserva de flujo fraccional, probablemente lo mejor sea tratarlas mediante intervención coronaria percutánea o cirugía de revascularización aortocoronaria, en distintos momentos, ya sea durante la hospitalización inicial o poco después de ella, en lugar de hacer una intervención coronaria percutánea sobre múltiples vasos en la fase aguda del ingreso12, 13, 14, 15.
Además, en los pacientes con una enfermedad cardiovascular preexistente, los diabéticos y los que tienen un número elevado de factores de riesgo cardiovascular, debemos estar muy atentos a la aplicación de un tratamiento médico óptimo y las medidas de prevención secundaria. La observación de Andrés et al7 de que el número de factores de riesgo cardiovascular presentes es un importante factor que determina reingreso y mortalidad durante el seguimiento a largo plazo, resalta nuevamente la importancia de incluir la rehabilitación cardiaca y otras medidas de prevención secundaria, además de la reperfusión, en las actuaciones combinadas que se utilizan para evaluar la calidad de la asistencia al IAMCEST16.
El importante papel de los factores de riesgo cardiovascular, como elementos determinantes de los eventos cardiacos recurrentes tras un infarto de miocardio, concuerda también con la observación de que más de la mitad de la reducción de la mortalidad cardiovascular observada en los países desarrollados durante los últimos 50 años ha estado relacionada con la mejora de la prevención cardiovascular y con una mejor aplicación de los tratamientos médicos eficaces, más que con nuevas intervenciones terapéuticas tecnológicas17. El envejecimiento de la población llevará en un futuro próximo a un importante aumento de la necesidad de hospitalizaciones de pacientes por síndromes cardiovasculares agudos. Así pues, cualquier reducción que se consiga en la necesidad de rehospitalización tras un primer infarto agudo de miocardio mediante una prevención secundaria más efectiva de la enfermedad coronaria será más que bien recibida.
Por último, la observación de que un gran número de rehospitalizaciones se producen mucho después del periodo habitual de 12 meses de duración de un ensayo clínico aleatorizado resalta el importante papel complementario de los estudios observacionales y los registros a largo plazo en la evaluación de la eficacia de las nuevas modalidades terapéuticas o fármacos para la prevención secundaria tras el síndrome coronario agudo



Conflicto de intereses
Ninguno.
Full English text available from: http://www.revespcardiol.org/
Autor para correspondencia: Department of Cardiology, Antwerp University Hospital, Wilrijkstraat 10, B-2650 Edegem, Bélgica. christiaan.vrints@ua.ac.be

Bibliografía

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13.Vlaar PJ, Mahmoud KD, Holmes DR, Van Valkenhoef G, Hillege HL, Van der Horst ICC, et-al. Culprit vessel only versus multivessel and staged percutaneous coronary intervention for multivessel disease in patients presenting with ST-segment elevation myocardial infarction: a pairwise and network meta-analysis. J Am Coll Cardiol. 2011; 58:692-703.
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15.Bittl JA. Interventional strategies for ST-segment elevation myocardial infarction and multivessel coronary artery disease. J Am Coll Cardiol. 2011; 58:712-4.
Pubmed
16.Krumholz HM, Anderson JL, Bachelder BL, Fesmire FM, Fihn SD, Foody JM, et-al. ACC/AHA 2008 performance measures for adults with ST-elevation and non-ST-elevation myocardial infarction: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Performance Measures (Writing Committee to Develop Performance Measures for ST-Elevation and Non-ST-Elevation Myocardial Infarction) developed in collaboration with the American Academy of Family Physicians and American College of Emergency Physicians Endorsed by the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, and Society of Hospital Medicine. J Am Coll Cardiol. 2008; 52:2046-99.
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17.Björck L, Rosengren A, Bennett K, Lappas G, Capewell S. Modelling the decreasing coronary heart disease mortality in Sweden between 1986 and 2002. Eur Heart J. 2009; 30:1046-56.
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Pubmed

 

Fuente:

jueves, 26 de abril de 2012

RESUCITADOR "STANDARD"




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RESUCITADOR \"STANDARD\"

Fabricante: Guardian

Ref: URG1050000
Disponibilidad: Inmediata
Precio: 35,11 € (37,92€ iva incluído)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Cardiac Surgery, 2nd Edition



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Cardiac Surgery, 2nd Edition

Edición:
Autores: Donald B. Doty
Editorial: Saunders
ISBN: 9781416036531
Formato: Rústica/Paperback
Nº volumenes: 1 Páginas: 480
Año publicación: 2012
Disponibilidad: 15 días
Precio: 194,00 € (201,76€ iva incluído)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Surgery: Operative Technique, by Drs. Donald B. Doty and John R. Doty, is your essential source on how to perform today's full range of cardiac surgical techniques. Over 1,000 crisp illustrations and expert, evidence-based discussions guide you step by step, equipping you to perform all of the latest procedures and get the best outcomes.

miércoles, 25 de abril de 2012

Cardiac Biomarkers. Expert Advice For Clinicians



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Cardiac Biomarkers. Expert Advice For Clinicians

Edición:
Autores: Alan S. Maisel
Editorial: Jaypee
ISBN: 9789350255643
Formato: Rústica/Paperback
Nº volumenes: 1 Páginas: 260
Año publicación: 2012
Disponibilidad: 15 días
Precio: 34,60 € (35,98€ iva incluído)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cardiac Biomarkers describes the most recent developments in the field of biomarkers, providing best practice and current guidelines. It also discusses how these guidelines may alter in the future.

With contributions from internationally-based clinicians and scientists, this book includes almost 100 detailed images and illustrations.

Topics covered include: Markers of Cardiac Arrest, Markers of Cardiac Ischemia, Natriuretic Peptides for Heart Failure, Biomarkers in Cardio Renal Disease and Future Developments.

Key Points
¡Latest guidelines and best practice for biomarkers
¡Contributions from international experts
¡Detailed illustrations and images

Table of Contents
¡Section 1: Markers of Cardiac Risk
¡Overview of Markers of Cardiac Risk
¡OxPL/apoB Containing Lipoproteins: A Biomarker Predicting Cardiovascular Disease and Events
¡Section 2: Markers of Cardiac Ischemia
¡Diagnosis and Risk Stratification of Acute Coronary Syndrome
¡Laboratory Perspective on Biomarkers for Acute Coronary
¡Hypersensitive
¡Evolving Biomarkers for Cardiac Ischemia
¡Section 3: Natriuretic Peptides for Heart Failure
¡Natriuretic Peptides in Patients with Acute Shortness of Breath
¡Natriuretic Peptides in the Hospital: Risk Stratification and Treatment Titration
¡Natriuretic Peptides in the Outpatient Setting
¡Section 4: Biomarkers in Cardio Renal Disease
¡Cardio renal Syndromes
¡Assessing Kidney Injury in Heart Failure: The Role of Biomarkers
¡Section 5: Looking towards the Future
¡Adrenomedullin
¡Galectin-3
¡ST2
¡Copeptin
¡Index

Author

Alan S Maisel MD Director CCU and HF Program, Department of Medicine and Cardiology, VA Medical Center, University of California, San Diego, USA

jueves, 19 de abril de 2012

Maletín de paradas cardiorespiratorias



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Maletín de paradas cardiorespiratorias

Fabricante: Elite Bags

Ref: EB10900000
Disponibilidad: Inmediata
Precio: 49,50 € (58,41€ iva incluído)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Material: sarga lavable e impermeable.

· Interior desplegable.
· Cremalleras con cierre para candado.
· 6 bolsillos transparentes.
· 3 Compartimentos isotérmicos.
· 1 Bolsillo de rejilla.
· Ampulario.
· Espacio para ambú y mascarillas con cintas de sujeción.
· Bandolera y asa.
· Fácil de colgar con cintas de velcro en el dorsal.

miércoles, 18 de abril de 2012

Lipoproteínas de alta densidad y reducción de riesgo cardiovascular: ¿promesas o realidades?





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El artículo de Cordero et al1 publicado en Revista Española de Cardiología estudia las concentraciones de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) en 959 pacientes consecutivos no seleccionados que ingresaron con diagnóstico de dolor torácico. Los autores describen que cifras bajas de cHDL (< 40 mg/dl) se asocian de forma independiente al diagnóstico de síndrome coronario agudo (SCA), es decir que a menor concentración de cHDL, hay mayor prevalencia de SCA.
Este artículo se publica en un momento en que el asumido papel protector del cHDL ante la enfermedad cardiovascular (ECV) arteriosclerótica está envuelto en controversia tras la publicación del ensayo clínico ACCORD2 y la interrupción prematura del AIM-HIGH. Ante ello, cabe preguntarse cuál es el verdadero papel del cHDL en la ECV.
Importancia de las concentraciones altas de lipoproteínas de alta densidad Prevención primaria y secundaria
En primer lugar, debemos recordar que numerosos estudios epidemiológicos han demostrado una correlación inversa entre cifras de cHDL y riesgo cardiovascular (RCV) tanto en prevención primaria como secundaria (Tabla 1).
Tabla 1. Resumen de los principales estudios epidemiológicos que muestran la relación inversa entre concentraciones de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad y riesgo cardiovascular
Estudio Población Métodos Resultados
Tromsø Heart Study 3 6.595 varones; edad, 20-49 años Cribado poblacional; seguimiento, 2 años Los valores de cHDL estaban inversamente correlacionados con el RCV. El cHDL era 3 veces superior en la predicción de RCV que el colesterol no HDL
MRFIT (Multiple Risk Factor-Intervention Trial) 4 5.792 varones con FRCV; edad, 35-57 años Modificación de FRCV frente a no intervención; seguimiento, 7 años No se produjo cambio en los valores de cHDL. No hubo diferencias significativas en muerte CV
Lipid Research Clinics Coronary Primary Prevention Trial 5 1.808 varones con hiperlipemia; edad, 30-69 años Dieta hipolipemiante+placebo frente a colestiramina; seguimiento, 7 años En ambos grupos, un incremento del cHDL en 1 mg/dl conllevaba una reducción de un 3,4-4,5% en los eventos CV
Framingham Heart Study 6 1.605 pacientes; edad, 49-82 años 16 grupos estratificados según concentraciones de cHDL y CT; seguimiento, 12 años Los valores altos de cHDL se asociaban con incidencias inferiores de ECV para todos los valores de CT. Un aumento de cHDL de 1 mg/dl se correlacionaba con un 2-3% de descenso en el RCV
Prospective Cardiovascular Munster (PROCAM) 7 19.698 voluntarios (4.559 varones analizados, 40-64 años) Seguimiento, 6 años Los sujetos con cHDL < 35 mg/dl tienen 4 veces más RCV
Israeli Ischemic Heart Disease Study (Gouldbort) 8 8.565 varones; edad > 42 años 4 grupos estratificados por valores de cHDL y CT; seguimiento, 21 años Los subgrupos con concentraciones bajas de cHDL tenían una mortalidad CV un 36% mayor que los subgrupos con valores elevados de cHDL (incluso tras ajustar por edad y FRCV)
Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) Study 9 12.339 participantes; edad, 45-64 años Seguimiento, 10 años Hay una relación inversa entre el cHDL y el RCV. La predicción de RCV de cHDL parece ser superior en mujeres que en varones
Prospective Epidmiological Study of Myocardial Infarction (PRIME) 10 10.592 voluntarios; edad, 50-59 años Estudio prospectivo de cohortes; seguimiento, 5 años Relación lineal significativa (p<0,0001) entre descenso de cHDL y apoA-I y aumento de RCV
cHDL: colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad; CT: colesterol total; CV: cardiovascular; ECV: enfermedad cardiovascular; FRCV: factores de riesgo cardiovascular; HDL: lipoproteínas de alta densidad; RCV: riesgo cardiovascular.
Adaptada de Santos-Gallego et al 11 con permiso de Future Medicine Ltd.
Ensayos clínicos de intervención con fármacos
Asimismo, numerosos ensayos clínicos han constatado los beneficios de la elevación farmacológica de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) mediante diversos fármacos (para un resumen de todos los estudios de intervención, proponemos al lector Badimón et al12). Estos estudios clásicos se han confirmado recientemente13 en un análisis retrospectivo de 30.067 pacientes de la «vida real» que mostró que, por cada incremento de 5 mg/dl de cHDL en el análisis inicial, el riesgo de hospitalización cardiovascular (CV) se reducía en un 6%; además, si entre el primer y el segundo análisis las cifras de cHDL aumentaban 6,5mg/dl, el RCV disminuía un 8%, mientras que si el cHDL se reducía 6,5mg/dl, el RCV se incrementaba en un 11%.
Pacientes con síndrome coronario agudo
De manera análoga al riesgo asociado a cifras bajas de HDL en pacientes con ECV crónica, las bajas concentraciones de cHDL son indicador de mal pronóstico en pacientes con SCA. El ejemplo más conspicuo (pero no el único) es el ensayo clínico MIRACL (Myocardial Ischemia Reduction with Aggressive Cholesterol Lowering), que aleatorizó a 3.086 pacientes con SCA durante 16 semanas a atorvastatina o placebo. En un análisis ajustado por tratamiento, los valores de cHDL en el momento del diagnóstico de SCA predecían el riesgo de muerte, reinfarto o angina recurrente a las 16 semanas14; de hecho, mientras que las concentraciones de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) no predecían RCV, los pacientes en el cuartil más alto de cHDL (> 53mg/dl) presentan un riesgo el 62% menor que los pacientes situados en el cuartil más bajo de cHDL (≤ 38 mg/dl). En un estudio unicéntrico observacional sobre 1.032 pacientes con SCA sometidos a intervencionismo coronario percutáneo (ICP) y tratados con estatinas15, el análisis multivariable mostró que el riesgo de muerte o evento CV era mayor en pacientes con cHDL bajo tanto al mes como al año de seguimiento. Otro estudio con 320 pacientes reclutados en el momento de diagnóstico de SCA16 mostró que los valores elevados de cHDL se asociaban con menor RCV. El estudio de Cordero et al1 refuerza la evidencia del papel protector del cHDL en el contexto de pacientes con dolor torácico en general.
Tras intervencionismo coronario percutáneo
Diversos estudios apoyan la evidencia de que las bajas concentraciones de cHDL son un factor de riesgo para eventos cardiovasculares mayores tras ICP. Las concentraciones de cHDL previas al ICP eran un predictor independiente de reestenosis del stent y de mortalidad al año17, 18, 19. Incluso en stents carotídeos, las concentraciones de cHDL predicen la permeabilidad del stent al año20. Este papel beneficioso del cHDL se mantiene asimismo ante muy bajas concentraciones de cLDL: en un registro con 2.693 pacientes sometidos a ICP con implante de stent y cLDL medio de 70mg/dl (el recomendado según las guías), las bajas cifras de cHDL se asociaban de manera independiente con necesidad de nueva revascularización de la lesión responsable y el vaso responsable21. Queremos destacar que, en este último estudio21, eran las concentraciones de cHDL y no las de cLDL lo que se asociaba con RCV. Finalmente, un artículo muy interesante22 muestra que el riesgo de infarto agudo de miocardio periprocedimiento está inversamente relacionado con las concentraciones de cHDL. De hecho, por cada 5 mg/dl de incremento en las concentraciones de cHDL, se reduce el riesgo de infarto agudo de miocardio periprocedimiento el 20%.
Estrategias para elevar las concentraciones de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad
Los mecanismos por los que el cHDL reduce el RCV han sido revisados recientemente por nuestro grupo11, 23 y a esas publicaciones remitimos al lector para mayor detalle. En síntesis, el cHDL se encarga del retorno del exceso de colesterol desde las estructuras extrahepáticas hasta el hígado, para que allí se excrete por la bilis y las heces, un proceso denominado transporte inverso del colesterol. Asimismo, cabe destacar que el cHDL ejerce efectos antioxidantes, antiapoptóticos, antiinflamatorios, de protección endotelial, vasodilatadores y antitrombóticos11.
Una vez demostrado su efecto ateroprotector, el dilema que se plantea reside en la manera adecuada de elevar sus concentraciones. A diferencia del cLDL (lipoproteína de metabolismo relativamente simple y con una terapia, las estatinas, muy efectiva), el cHDL es una lipoproteína de metabolismo complicado y carece de terapias realmente efectivas. A continuación enumeraremos brevemente las principales11, 12.
Medidas no farmacológicas
La primera acción para incrementar las concentraciones de cHDL debe ser siempre instaurar medidas no farmacológicas: adopción de un estilo de vida más sano, suspender el hábito tabáquico, reducir la obesidad, realizar ejercicio físico regularmente (se recomienda al menos 3 días a la semana), dieta mediterránea (rica en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados). Asimismo, la ingesta moderada de bebidas alcohólicas eleva hasta un 10% las concentraciones de cHDL, pero en las personas que no beben los beneficios deben sopesarse con los riesgos antes de recomendar la ingesta etílica11.
Niacina
Es el fármaco más efectivo. Incrementa las concentraciones de cHDL en un 15-35%, al tiempo que reduce los triglicéridos en un 30-50% y el cLDL en un 20%. Numerosos ensayos clínicos y estudios de imagen avalan su utilidad clínica en la reducción del RCV. No obstante, su uso está limitado por efectos adversos, principalmente el flushing. Actualmente está en estudio una combinación de niacina-laropiprant que parece que reduce la incidencia del flushing12.
Fibratos
Incrementan el cHDL un 10-20% y reducen el cLDL un 10-15% y los triglicéridos un 20-50%. Numerosos ensayos clínicos y estudios de imagen avalan su utilidad clínica en la reducción del RCV11.
Tiazolidinedionas
Tanto pioglitazona como rosiglitazona elevan las concentraciones de cHDL un 10%. No obstante, su uso se ha reducido drásticamente en los últimos tiempos, pues la rosiglitazona se asocia con riesgo aumentado de insuficiencia cardiaca congestiva e infarto agudo de miocardio, mientras que la pioglitazona produce retención hídrica12.
Inhibidores de la proteína transportadora de ésteres de colesterol
El primer fármaco desarrollado, torcetrapib, supuso una auténtica decepción, pues se demostró que aumentaba la mortalidad CV a pesar de elevar las concentraciones de cHDL hasta en un 72%24. Este efecto deletéreo parece deberse a la toxicidad suprarrenal y la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona que específicamente producía la molécula de torcetrapib (de hecho, inducía aumento de la presión arterial, en algunos pacientes hasta 15mmHg, junto con incrementos en las concentraciones de sodio, bicarbonato y aldosterona). No obstante, se han desarrollado dos nuevos fármacos de la misma clase, anacetrapib y dalcetrapib, que elevan las concentraciones de cHDL sin aparente toxicidad suprarrenal; de hecho, se han publicado recientemente ensayos clínicos con ambos compuestos25, 26 que demuestran su seguridad (no elevan la presión arterial) y efectividad (incrementan el cHDL y reducen la placa de ateroma en pruebas de imagen). Se esperan con mucho interés los resultados de los ensayos clínicos con objetivos de valoración clínicos (eventos CV) que se están realizando con ambos fármacos (DAL-Outcomes para dalcetrapib y REVEAL para anacetrapib).
¿Controversia acerca del colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad? Ensayos ACCORD y AIM-HIGH
Una vez puesto en perspectiva el papel ateroprotector del cHDL, surge nuevamente la pregunta formulada al inicio de este editorial. ¿Cómo explicar entonces los resultados de ACCORD y AIM-HIGH? El brazo de lípidos del ensayo clínico ACCORD21 investigó en 5.518 diabéticos si la estrategia de fibratos más estatinas era superior a monoterapia con estatinas. Los resultados demostraron que no había diferencias estadísticamente significativas entre ambas estrategias en el objetivo primario (eventos CV) ni en los objetivos secundarios. Ahora bien, al analizar este estudio en profundidad, nos damos cuenta de que las diferencias en el perfil lipídico alcanzadas al final del estudio eran mínimas a pesar del uso de fibratos (la concentración de cLDL tan sólo se redujo 1,1 mg/dl y la de cHDL tan sólo se incrementó en 0,7mg/dl), por lo que no se trata de un buen ensayo para estudiar el efecto de incrementar las concentraciones de cHDL. Además, a pesar de tratarse de una población diabética, sorprendentemente tan sólo un 17% de la población presentaba dislipemia diabética (hipertrigliceridemia y cHDL bajo); de hecho, un subanálisis mostró que el subgrupo con cHDL bajo y triglicéridos > 200mg/dl se beneficiaba del tratamiento con fibratos, sin presentar exceso de riesgo de miopatía o hepatotoxicidad. Incluso el investigador principal del ACCORD, Henry Ginsberg, defiende el uso de fibratos en esta población de cHDL bajo e hipertrigliceridemia27.
Por otro lado, el AIM-HIGH estudió en 3.414 pacientes con ECV crónica si el efecto de la combinación de niacina de liberación prolongada y estatinas era superior a la monoterapia con estatinas. El fin precoz del estudio (debido a «futilidad» en un «interim» análisis) ha generado una nube de dudas acerca de los beneficios de elevar el cHDL. En primer lugar, hay que esperar a la publicación del artículo para conocer en profundidad los detalles de los resultados. Únicamente queremos enfatizar el diseño del estudio, pues uno de los criterios de inclusión eran las concentraciones de cLDL de 40-80 mg/dl, lo cual clasifica a estos pacientes en un perfil de muy bajo riesgo. Dado que cuanto mayor es el riesgo basal, más fácil es demostrar los beneficios de una intervención, se duda de si la población elegida para este estudio es la más adecuada. Asimismo se considera que el tamaño muestral posiblemente sea escaso para demostrar una mejoría en objetivos clínicos; por ejemplo, el ensayo clínico REVEAL (que estudia anacetrapib) distribuirá aleatoriamente a más de 30.000 pacientes y el ensayo clínico HPS2-THRIVE (Treatment of HDL to Reduce the Incidence of Vascular Events), a más de 25.000 pacientes (estudia si la combinacióin estatinas más niacina con laropiprant es superior a la monoterapia con estatinas).
Debemos destacar que la relación inversa entre RCV y cHDL se mantiene incluso en presencia de cLDL muy bajo. Un análisis post-hoc del estudio Treating New Targets (9.779 pacientes con media de cLDL de 62 mg/dl) confirmó que el cHDL era predictor de eventos CV en pacientes tratados con estatinas; esta relación se confirmó incluso en pacientes con cLDL < 70 mg/dl, pues los pacientes en el quintil más elevado de cHDL presentaban menor RCV que los situados en el quintil inferior28. Además, en un estudio prospectivo de prevención secundaria, se siguió a 4.188 pacientes con cLDL < 60mg/dl (media, 48mg/dl) durante 1 año29: por cada 10 mg/dl de reducción del cHDL, se observó un incremento del 10% en el objetivo primario de SCA u hospitalización CV, independiente del uso de estatinas.
Valores bajos de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad en el síndrome coronario agudo en la realidad clínica
Muy preocupante es el hecho de que las concentraciones bajas de cHDL cada vez son más frecuentes entre pacientes con SCA. Estudios clásicos indican que más del 50% de los pacientes que se presentan con SCA tienen concentraciones subóptimas de cHDL30. Datos más actuales indican que hay una tendencia muy significativa hacia una reducción del cHDL de los pacientes con SCA. En un análisis de 136.095 hospitalizaciones producidas durante el periodo 2000-2006 en Estados Unidos, las concentraciones medias de cHDL fueron de 40mg/dl; sin embargo, al analizar por año de presentación, se observó que la concentración de cHDL disminuyó de manera estadísticamente significativa en ese breve lapso hasta en un 10% (de 43mg/dl en 2000-2001 a 38mg/dl en 2005-2006)31. Durante el mismo periodo tan sólo se produjo una reducción del 5% en las concentraciones de cLDL. Como la prevalencia de la epidemia de obesidad y síndrome metabólico continúa incrementándose en las sociedades modernas, no parece descabellado asumir que las concentraciones de cHDL continuarán disminuyendo en todos los pacientes en general y en los pacientes con SCA en particular. La ausencia de terapias efectivas para elevar el cHDL asimismo es otro factor fundamental para explicar esta epidemia de cHDL bajo.
A pesar de que la población mediterránea presenta un perfil lipídico con concentraciones más elevadas de cHDL, en España la situación no parece ser mucho más halagüeña. En un reciente estudio que incluyó a 648 pacientes ingresados por SCA reclutados en seis hospitales terciarios españoles, se observó que la prevalencia de concentraciones bajas de cHDL era del 57%32. Como dato preocupante adicional, el antecedente de ECV previa era el factor que se asociaba con más fuerza a bajas concentraciones de cHDL32; es decir, los pacientes con mayor RCV (aquellos con ECV sintomática) eran los que presentaban menores concentraciones de cHDL. El estudio de Cordero et al1 muestra asimismo un porcentaje similar (54,6%) de pacientes con SCA y cHDL bajo. Ambos estudios nos sumen en la preocupación, dado que en España se supone un estilo de vida más saludable (dieta mediterránea, etc.).
Conclusiones
El estudio de Cordero et al1 reitera la asociación inversa entre concentraciones de HDL y RCV y a la vez muestra la amplia incidencia de concentraciones bajas de HDL en una población española. Asimismo, nos sirve de una llamada de atención sobre la necesidad de tratar el RCV de una manera integral, con el uso de estatinas para reducir las concentraciones elevadas de cLDL y prestar atención a las concentraciones de cHDL. A pesar de los resultados aparentemente contradictorios de los estudios ACCORD y AIM-HIGH, no podemos olvidar las evidencias de los estudios epidemiológicos y de intervención sobre la relación inversa entre RCV y concentraciones de cHDL. Además, hay que estar muy atentos a los prometedores resultados con los nuevos fármacos inhibidores de la proteína de transferencia de ésteres de colesterol.
Conflicto de intereses
Ninguno.
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Autor para correspondencia: Director, Atherothrombosis Research Unit, The Zena and Michael A. Wiener Cardiovascular Institute, 1 Gustave Levy Place, Box 1030, Mount Sinai School of Medicine, Nueva York, NY 10029, Estados Unidos. juan.badimon@mssm.edu

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Fuente: 

http://www.revespcardiol.org/es/revistas/revista-espa%C3%B1ola-cardiologia-25/lipoproteinas-alta-densidad-reduccion-riesgo-cardiovascular-promesas-90113953-editoriales-2012